After porn ends
El glamour de la industria del entretenimiento para adultos es la principal razón para que muchos jóvenes, tanto hombres como mujeres, busquen la fama de los reflectores. Saborear las mieles del estrellato de la pantalla aunque sea frugal aunque sea vano.
El director Bryce Wagoner, arma este documental con entrevistas reales a estrellas del entretenimiento adulto, en un contexto menos chic. Se les puede ver sin maquillaje, en un traje de calle y expresando sus sentimientos, sin la máscara de los reflectores. Caminando en un parque, en la comodidad de una sala de casa, en la puerta principal de su domicilio; y aún así, arañar la superficie de la psique del actor porno. No es una maquina, no es un mueble, es un humano que esconde sentimientos y miedos; que oculta su realidad tras a sonrisa de compromiso de una entrevista grabada.
Podríamos explicar que el documental está dividido en varias secciones; la historia de os actores, la opinión de algunos pseudo expertos, la decadencia del actor y el rumbo final que han tomado para seguir con sus vidas. La edición no es la más adecuada, ya que carece de un hilo real de acontecimientos y en algunas ocasiones, tan solo parecen cortos unidos al azar. El llevar el glamour de la carrera de una persona al inicio del film nos da la errónea idea que es un trabajo serio y que realmente se ahondará en el tema. Craso error; se le guía al espectador por tórridos corredores ultra derechistas y se le infunde una ideología cristiana radical que ofende a quien la ve.