Brasil, 1984
Dirección y Guion: Eduardo Coutinho
Título Original: Cabra Marcado para Morrer
Elenco: Eduardo Coutinho, Ferreira Gullar, Tite de Lemos
Fotografía: Fernando Duarte y Edgar Moura
Género: Documental
Duración: 119 minutos
Por Adriana Schmorak
“Cabra Marcado para Morrer” es una narrativa semi-documental de la vida de João Pedro Teixeira, un líder campesino de Paraíba, asesinado en 1962. Después de haberse filmado un 40% del guion técnico, el golpe militar de 1964 obligó al equipo de filmación a interrumpir el rodaje. Parte del equipo fue preso bajo acusación de “comunismo”, y el restante se dispersó en diferentes ciudades de Pernambuco. El título “Cabra Marcado para Morrer” está inspirado en el poema “João Boa-Morte, cabra marcado para morrer” del poeta Ferreira Gullar, quien también participa como voz narradora.
En un comienzo fue pensado como un filme ficcional con personajes interpretados por actores no profesionales. El guion se estructuraba en torno de personajes con perfiles claramente delimitados, constantes, sin conflictos internos, repetitivos en sus pensamientos y actitudes. Es decir, personajes tipificados y diálogos intelectualizados e ideologizados, distanciados de la cultura campesina. El primer material filmado se salvó de la censura gracias a que había sido enviado, antes del golpe de 1964, a un laboratorio de revelado en Rio de Janeiro, el cual, a su vez, envió una copia al equipo de filmación.
En el material fílmico disponible se puede apreciar que los puntos de vista asumidos por la cámara cambian a lo largo de los planos, el punto de vista sobre el tejado sigue la mirada del poder; el punto de vista a nivel del suelo acompaña la perspectiva de los oprimidos; el punto de vista lateral, cuando la instancia narrativa deja de asumir la perspectiva de los personajes en escena, se convierte en un narrador extra-diegético.
Los encuadramientos están muy diversificados: plano general, primer plano, plano medio, plano americano, etc. El tiempo real coincide con el tiempo diegético, y existe una semejanza en el tratamiento recibido por el tiempo y el espacio, lo cual hace pensar en que el guion técnico había sido pensado siguiendo los cánones del neorrealismo italiano de posguerra, con su mismo perfil didáctico-concientizador.
El largometraje fue retomado 17 años después, en 1981, después de la Amnistía decretada durante el gobierno del General Figueiredo. Entonces Eduardo Coutinho volvió al lugar de los primeros escenarios y continuó allí las entrevistas con los campesinos que ya habían aparecido en las tomas de 1964, colocando especial énfasis en las declaraciones de la viuda de João Pedro, Elizabeth Altino Teixiera, que desde diciembre de 1964 había vivido en la clandestinidad, separada de sus hijos. Coutinho logró reconstruir así la historia de João Pedro y de las Ligas Camponesas de Galiléia e de Sapé.
El guion rígido y preconcebido del primer “Cabra”, y las pautas del neorrealismo italiano desaparecieron para dar paso a formas más modernas del documental, lo que Coutinho reconoce haber aprendido trabajando para la televisión. “Identificar al entrevistador, situar a la persona que filma, su ideología, su clase social. Mi función es quedarme dentro de la escena, mirando a los ojos de los entrevistados, no hacia la cámara (…) Yo jamás podría haber hecho el filme sin una gran experiencia en el documental, en el reportaje, experiencia que adquirí en la televisión”. (declaraciones hechas por Eduardo Coutinho en su texto “Filme Marcado para Reviver”, publicado por el Instituto Moreira Sales, Rio de Janeiro, 1985)
En la década de 1960, se decía que el realizador era el portavoz del pueblo. En los años ’80 el director, en cambio, se propuso dar cabida a diferentes voces, aun siendo estas contradictorias, sin tipificar a los personajes y sin ánimo de aleccionar al público sobre la necesidad o no de una revolución al estilo cubano. Su idea era realizar un reportaje abierto a diferentes pensamientos, ideas, recuerdos, e incluso la de encuadrar en un mismo referencial teórico el silenciamiento de los intelectuales pertenecientes a la izquierda revolucionaria, la de los operarios y la de los campesinos.
Todos los opositores al régimen militar pasaron a tener una referencia común, la ruptura impuesta por el golpe militar de 1964. La pérdida de las garantías y libertades constitucionales pasó a unir a todos ellos. Es así como el filme rescata una parte traumática de la historia brasileña a la luz de nuevas condiciones sociales, políticas y culturales. Con una preocupación especial puesta en recuperar los recuerdos de personas simples y oprimidas, cuyas historias de vida muestran el lado oculto de una Historia única contada por los vencedores.
“Todo filme está construido, es una narrativa. Pensar el filme no quiere decir dar una posición sobre aquel asunto como un especialista: es dar una posición sobre el filme, sobre el cine, sobre la vida.” (Eduardo Coutinho)
La tónica general del filme se encamina en el sentido de mostrar que los problemas presentes en los años 1960 continuaban actuales en el Brasil de los años ‘80. Los viejos problemas seguían siendo los mismos, pero el momento de democratización de los ’80 exigía respuestas nuevas. “Cabra marcado para morrer”, al ser lanzado en 1984, se presentaba como una especie de plataforma para la construcción de una izquierda democrática en Brasil.
En noviembre de 2015 el filme entró en la lista de la Asociación Brasileña de Críticos de Cine como una de las 100 mejores películas brasileñas de todos los tiempos. Con un montaje bien calculado para contar todos los detalles de un intrincado drama ocurrido en un lugar olvidado de Brasil, la película es hasta hoy día una clase magistral sobre realización cinematográfica documental y semi-documental. Fue exhibida en los festivales internacionales de cine de Rio de Janeiro, La Habana, Berlín, París, Nueva York, Québec, San Francisco, San Pablo, etc, en la mayoría de los cuales obtuvo numerosos galardones.
“Cabra Marcado para Morrer” es un filme vivo, todavía en andamiento. A través del caso de un líder de los movimientos de campesinos sin tierra, se resume una larga historia de hechos trágicos relacionados con conflictos por tierras en Brasil, como la ejecución del sindicalista y ambientalista Chico Mendes, muerto en Acre en 1988; la masacre de los 19 sin tierra de 1996 en Eldorado dos Carajás, Estado de Pará; el asesinato de la religiosa norteamericana Dorothy Stang en 2005 y el homicidio del promotor de Justicia Thiago Faria Soares, ocurrido en Itaíba, Pernambuco, en octubre de 2013. En esta lista no podemos dejar de mencionar a Marielle Franco, vereadora de Rio de Janeiro, feminista y luchadora por los derechos de la mujer negra, asesinada a tiros en marzo de 2018.
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ibliografía:
Coutinho, Eduardo. “Filme Marcado para Reviver”, Instituto Moreira Sales, Rio de Janeiro, 1985
Fantinel, Danilo. Cabra marcado para morrer. Rio Grande do Sul, 2013. URL: www.papodecinema.com.br
Freire Ramos, Alcides. “A historicidade de Cabra marcado para Morrer. Nuevo Mundo Mundos Nuevos. Journals Open Edition, 2006-2022. URL: https://journals.openedition.org/nuevomundo/1520
Cabra Marcado para Morrer en Wikipedia: https://pt.wikipedia.org/wiki/Cabra_Marcado_para_Morrer