Poco podía imaginar André Breton la importancia que su movimiento llegaría a alcanzar en todas las artes cuando escribía en 1924 su Manifiesto del Surrealismo y llamaba a los artistas a una revolución personal y social. También le resultaría difícil suponer los cambios políticos que estaban por llegar en el viejo continente durante las siguientes décadas: Tras el horror de la Segunda Guerra Mundial los países de Europa Oriental hacían su revolución y se alineaban con las tesis del comunismo. Centroeuropa pasaba a ser una frontera entre ambos sistemas. Una frontera que pertenecía casi en exclusiva al lado comunista, con industrias nacionalizadas, sistemas censores férreos y economías controladas por las democracias populares, pero en la que hasta ese momento habían existido conexiones e intercambios culturales con la Europa Occidental. Estados en los que el movimiento de Breton había calado en los círculos artísticos de entreguerras y en los que la nueva realidad impondría las tesis del realismo socialista como las únicas válidas para la creación artística y especialmente en el cine, que ya Lenin había definido como la más importante de entre todas las artes. Todo ello crearía un caldo de cultivo único para que en los 45 años que transcurrieron entre que el telón de acero cayó sobre esta frontera hasta que se retiró pudiésemos asistir al auge y decadencia de directores y directoras que decidían alejarse de los principios que se le imponían desde la censura y recoger el surrealismo como base desde la que subvertir y crear filmes comprometidos, complejos y llenos de magia. Films que, por la censura de sus países, por la censura económica e ideológica que imponía al otro lado del telón el capital y por las dificultades de interpretación de sus propuestas han quedado muchas veces relegados en las historiografías oficiales del séptimo arte. En este volumen intentamos remediar ese olvido y recuperar un cine casi ignoto, lleno de imaginación, que nos habla de una parte fascinante de la historia política de Europa. Porque este no es solo un libro de cine, como ninguna historia del cine lo es. Luis E. Froiz Casal (Santiago de Compostela, 1985). Licenciado en Comunicación Audiovisual y Doctor en Comunicación e Información Contemporánea por la Universidad de Santiago de Compostela, su vinculación con el audiovisual comienza en 2004. Desde entonces ha publicado en revistas, webs y fanzines como Fotocinema, Abriu, 2000 Maníacos, El pájaro Burlón o Matanza Caníbal, así como en el libro colectivo Space Fiction: Visiones de lo cósmicoen la ciencia-ficción (2020). Entre 2017 y 2019, dirige la web cultural Mola. A subcultura en galego. También ha formado parte del jurado de los festivales FKM (2019) o GFFF (2020) y ha dado clases de edición de vídeo en Escola Unitaria. A nivel artístico destaca la dirección de cortometrajes como Un hombre está tumbado en el suelo (2011), Lemniscata (2015) o Gólgota Compostela (2020), además del largometraje documental Escuros, Roncos e Compasados (2012). Después de que en 2012 preparase un estudio sobre la nueva ola de cine checoslovaco para su Máster en Comunicación e Industrias Creativas, su vocación investigadora y su pasión por las culturas centroeuropeas le llevan a afincarse en Praga entre 2015 y 2016 para empaparse de la realidad local. De ello, mezclado con su interés personal por el surrealismo, surge el presente estudio.

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